La esperadísima fecha por fin llegó. Tan esperada, que poco después de comenzar el día ya las calles se empezaron a invadir de Indianos impacientes, unos encaminados hacia el puerto a recibir a la Negra Tomasa, mientras otros muchos se repartían por todas las calles de Santa Cruz de La Palma calentando motores para la fiesta. Entre todos ellos, nosotros, por supuesto.
Y así empezó otro gran lunes de Carnaval que se hizo muy corto, como todo lo bueno.
Sones, mojitos, ambiente de fiesta y una nube de polvos de talco en cada rincón que recorrimos, sin prisa, desde el Muelle a la Alameda. Y unos Indianos, a nuestro parecer, más presumidos que nunca. Sobre todo, ellas. Muchas Indianas de verdadera pasarela a las que pudimos ver luciendo vestidos realmente espectaculares, adornados con sombreros, tocados, sombrillas, puntillas, encajes, volantes…
Aquí va una pequeña muestra para los que no lo pudieron disfrutar, y para que, los que si, lo recordemos.